Decisión judicial contra las comisiones de Apple
En un desarrollo significativo en la disputa entre Epic Games y Apple, la jueza federal Yvonne Gonzalez Rogers ha decidido prohibir a Apple cobrar comisiones por compras realizadas fuera de la App Store. Esta decisión, que responde a acusaciones de prácticas anticompetitivas, fue anunciada hoy, lo que simultáneamente llevó al director ejecutivo de Epic Games, Tim Sweeney, a afirmar que el popular juego Fortnite podría retornar a iOS en EE. UU. la próxima semana.
Desde 2021, cuando una resolución previa de Gonzalez Rogers obligó a Apple a permitir que los desarrolladores indicaran opciones de pago alternativas, la compañía implementó una política que exigía comisiones de hasta el 27% por transacciones externas. Además, han surgido pantallas diseñadas para disuadir a los consumidores de acceder a otras ofertas de pago.
Consecuencias por desobediencia judicial
La jueza subrayó que Apple había ignorado una orden judicial existente con el fin de proteger su lucrativo modelo de negocio. Como resultado, se han impuesto restricciones adicionales, incluyendo la prohibición de cobrar cualquier tipo de tarifa por compras fuera de la aplicación y de limitar las opciones de pago acordadas por los consumidores.
A pesar de la entrada en vigor inmediata de la resolución, esta solo aplica en el territorio estadounidense. Desde Apple manifestaron su desacuerdo con la decisión y anunciaron su intención de apelar. Además, el vicepresidente financiero de Apple, Alex Roman, se vio involucrado en un escándalo por supuestos testimonios engañosos bajo juramento.
El pulso entre Epic y Apple continúa
La comunidad de Epic celebra esta victoria, y Tim Sweeney ha sugerido un acuerdo pacífico: si Apple extiende las condiciones favorables del fallo a nivel global, Fortnite también sería regenerado en la App Store en todos los mercados, y Epic finalizaría futuros litigios relacionados.
Este conflicto en el ámbito tecnológico marca un punto crítico en la regulación de las comisiones en la industria de las aplicaciones, reflejando la creciente inquietud sobre la influencia que empresas como Apple y Google ejercen sobre los desarrolladores de software. A medida que más casos similares surgen, el rumbo que tomen estas disputas podría redefinir el ecosistema digital y la competencia en el mercado de aplicaciones móviles.