Reducción de aranceles para importaciones entre las dos economías
Después de semanas de medidas arancelarias recíprocas entre Estados Unidos y China, un encuentro de alto nivel en Ginebra ha dado un giro significativo a las tensiones comerciales. Durante un periodo inicial de 90 días, las importaciones chinas hacia EE. UU. estarán sujetas a un arancel del 30%, una reducción considerable desde el 145% previo. Por otro lado, los productos que ingresen desde EE. UU. a China recibirán un arancel del 10%, disminuyendo desde el 125%. No obstante, es importante mencionar que estas reducciones no se aplican a todos los productos importados.
Declaraciones en torno al acuerdo de comercio
Junto con un comunicado conjunto de ambos países, la noticia del acuerdo fue difundida por medios como Reuters, que también recopiló comentarios de Scott Bessent, Secretario del Tesoro de EE. UU. «El consenso entre ambas delegaciones este fin de semana es que ninguna de las partes desea un desacoplamiento», afirmó Bessent. «Las tarifas extremadamente altas habían funcionado de manera similar a un embargo, y ambas partes prefieren evitar esa situación, ya que se desea continuar con el comercio».
Aunque la reducción de aranceles trae alivio a los mercados globales, no todos los productos se beneficiarán. Se ha indicado que los aranceles sectoriales se seguirán aplicando a artículos como semiconductores, acero y medicamentos, con el fin de mantener un reequilibrio estratégico en áreas donde EE. UU. ha identificado vulnerabilidades en la cadena de suministro. La BBC ha informado que la reducción de aranceles comenzará el miércoles 14 de mayo, y las bolsas de valores han reaccionado positivamente a esta noticia.
A pesar de que 90 días puede parecer un periodo corto, representa un respiro frente a las intensas tarifas y contramedidas impuestas anteriormente. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre posibles cambios en la postura de alguno de los países tras este periodo.
Consecuencias para consumidores y comerciantes
La reunión en Ginebra ha sido crucial y sus resultados son positivos para el consumidor promedio. Sin embargo, es poco probable que comerciantes y minoristas reduzcan precios de manera inmediata, ya que la incertidumbre persiste en los mercados. La expectativa de ver una llegada masiva de productos, como tarjetas gráficas a precios razonables, podría llevar más tiempo de lo anticipado, generando un clima de expectativa entre los consumidores.